Muchas imprecaciones, arrebatos y quizá por ahí, alguna idea que valga la pena

lunes, diciembre 11, 2006

El Hombre sin Atributos


Terminó sus días pareciéndose cada vez más a Don Ciccio, el mafioso sicialiano que mató al padre de Vito Corleone; y conste que no por las malas costumbres. El general era, como Ciccio, un obeso fláccido, tullido y senescente. También estaba rodeado de una corte de pusilánimes, sicarios de mala muerte y redomados idiotas. Cada vez que veo Augusto Jr, por ejemplo, se me viene a la cabeza la figura de Fredo Corleone. El colmo de cada familia: un hijo estúpido, tahúr, incompetente, un petimetre de cuarta. Allí donde Fredo fue pánfilo y tranquilo, Augustito fue un golfo iracundo.

Las necrológicas sabrosas, era qué no, no fueron parte de la prensa nacional. Muy modosos y agradecidos de la obra del "estadista" como para publicar cosas que pusieran en aprietos la memoria de nuestro extinto cancerbero. Como mucho, ayer el Canal 13 en un insulso reportaje apuntó que Pinochet -mire ve- era coqueto y galante con las mujeres. A Genghis Khan le gustaba cocinar y dar paseos por la playa los sábados, leí en alguna parte.

Lo sutancioso lo puso Patricio Aylwin. Recordó su relación con el capitán general y con gran sutileza rememoró un vínculo que muchos creyeron áspero pero que siempre ambos afrontaron como dos caballeros bien dispuestos. Contó con una gracia como si de un amigo de copas de tratase las salidas de madre del general; todas muy ingeniosas, ¿eh? Mostró Aylwin sus habilidades histriónicas, impostó su voz y recordó que Augusto hubiese preferido un Ministro de Defensa más simpático que Patricio Rojas "como el guatón Krauss, que lo quieren tanto los pacos", concluyó sonriente. En fin, pura nostalgia.

Lo divertido. Nos enteramos que Pinochet era bruto como mula, que repitió un curso en enseñanza básica y que su promedio general no superó el 4,5 ni en catequesis. Signos indesmentibles de una inteligencia preclara y de estatura de prohombre. Bueno, si las hienas y los buitres no necesitan un gran intelecto para conseguir una presa, ¿por qué Augusto sí lo requeriría? En algo al menos terminó siendo austero.

Bueno ya está. Que vuelva la música y a descorchar la que sigue.....

2 Comments:

Blogger Ernesto Salgado said...

Y lo rechazaron dos veces en la Escuela Militar.

Y se subió a última hora al carro de los golpistas. Se cagó en los pantalones, cuando cachó que el asunto era inminente. No le quedó otra que ponerse del lado de los cabros que andaban con cortaplumas.

8:14 p. m.

 
Anonymous Anónimo said...

Muy buen comentario. Me gustó, me gustó.

1:08 p. m.

 

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