Muchas imprecaciones, arrebatos y quizá por ahí, alguna idea que valga la pena

martes, junio 19, 2007

The Kinks Something Else


Cuando se rememoran los hitos entrañables de la historia del pop, el nombre de Ray Davies no debiese demorar su aparición más allá de cuatro o cinco frases. Auténtico baluarte del pop más intrépido, emotivo y cínico, The Kinks depararon sobre todo en los años sesenta una saga impresionantes de discos de sofisticada y melancólica genialidad.

Si hay algo que se rescatará, entre sus muchas virtudes, de los Kinks es su independencia del canon beatle o stones en inspiración y objetivos, influyendo de paso tan decisivamente en el desarrollo del rock inglés.

Tanto en la adquisición de una mirada de crónica social, cruda y sarcástico, como en la inclusión de músicas tan inauditas como el music hall y el vodevil en el lenguaje rock, The Kinks son el faro de un salón de notables que va desde Paul Weller a Andy Partridge.

Es imposible pensar en cuál es el mejor disco de Davies y compañía durante su período dorado. Muchos aman el Village Green Preservation Society y su remembranza bucólica; otros se impactan con la ridiculización del decadente Imperio en Arthur or The Decline and Fall of The British Empire. Y, cómo no, cuántos se cobijan en el disco que amerita esta crónica, Something Else, un fresco exquisito sobre los avatares profanos y divinos de un día en Inglaterra.

Ideal para amenizar un atardecer invernal junto a un reconfortante té y tres o cuatro donas.

The Kinks Something Else 1967

1 Comments:

Blogger Ernesto Salgado said...

Algo tienen los Kinks, y sobre todo el Something Else, que lo hace sonar inequívocamente inglés. Bajo el manto tibio de Lazy Old Sun, o End of the Season, no puedo evitar llegar a Londres, a Manchester. Los adoquines mojados. Un abrigo negro hasta los tobillos. Abulia aristocrática, nostalgia, nostalgia, nostalgia...

I get no kicks, walking by Saville Row..., marcando el paso con un paraguas.

12:21 p. m.

 

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